Un día, sin razón alguna, Miguel nos dijo que debíamos hacer una escultura a partir de un libro. Tuvimos dos semanas para hacerlo, Las cuales yo no tenía ni idea de que leches hacer porque mi imaginación para estas cosas es muy mala.
Finalmente decidí hacer un árbol con las hojas del libro de forma que tuviese volumen. Para darle volumen pegué palillos de dientes entre hoja y hoja en distintas posiciones y doblar las hojas en la misma dirección.
Este es el resultado final visto desde distintos ángulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario